Una noche,
hace ya una vida,
dormimos un último abrazo.
En él consumí el estertor final
del amor que te tuve.
Lo recuerdo.
Y de él nació el vacío posterior.
Lo viví.
Ha pasado tanto tiempo…
Ahora, olvidado el obligado olvido,
recupero tu recuerdo,
casi entre sonrisas
y un puntito que me rasca
por detrás de los ojos.
Y me veo diciéndome
que te digo que sí,
que todavía…
Que aún hoy estás y te percibo.
Que aún ahora te acaricio como antes.
Abrazados y desnudos
una vez más.
Y sé,
Porque tú me lo enseñaste,
que jamás prescindiré de ti,
y de tu recuerdo.
::::